Ferit estaba frente a los reporteros, su mirada firme pero su corazón lleno de preocupación. Explicó hábilmente que las fotos íntimas con una chica antes de su boda con Seyran no eran más que un malentendido, una imagen vieja que había tomado antes del matrimonio. Sin embargo, la verdad era muy diferente de lo que dijo. Esa noche, Ferit salió solo, disfrutando de una fiesta salvaje sin pensar ni por un momento que un fotógrafo estaba capturando ese momento poco digno.

Cuando las fotos fueron vendidas y divulgadas públicamente, Ferit no dudó en ponerse en contacto con el fotógrafo, con la esperanza de detener la difusión de las imágenes. Sin embargo, no pudo salvar la situación. Al mismo tiempo, Seyran, en su intento de proteger su matrimonio, se encontró con los reporteros y trató de tranquilizarlos, asegurando que ella sabía perfectamente lo que Ferit había hecho esa noche y que no había problemas entre ellos. A pesar de sus esfuerzos, las fotos llegaron a manos del público, lo que causó una crisis en la familia Korhan.

La familia temía que la noticia pudiera afectar a Halis, cuya salud era frágil, por lo que decidieron ocultársela. Sin embargo, Kazim, al descubrir la historia a través de los periódicos, no pudo controlar su ira. Fue directamente a la mansión Korhan exigiendo una explicación. Orhan intentó mantener la calma y convencer a Kazim de que lo más importante era evitar que Halis se enterara. Finalmente, Kazim decidió guardar silencio y permitió que Ferit tuviera más tiempo para resolver la situación de manera más tranquila.