Ferit se sintió abrumado después de que Seyran se negara a ayudarlo. Ella estaba demasiado cansada de sus errores, y este rechazo fue un golpe para él. Las palabras hirientes que había dicho solo empeoraron las cosas, y se dio cuenta de que había herido a la única mujer que siempre había estado a su lado. No podía seguir viviendo en mentiras y engaños. Sabía que debía enfrentarse a las consecuencias, pero esta vez no con excusas.

Decidió enfrentarse al periodista, y fue sin ninguna justificación. Lo miró directamente a los ojos y admitió: “Sí, cometí un error. Pero no voy a dejar que Seyran asuma la responsabilidad por lo que hice. Si lo deseas, publica la historia, pero no la involucres a ella.”

El periodista, sorprendido por la actitud honesta de Ferit, comenzó a reconsiderar su posición. Después de un momento de silencio, aceptó borrar las fotos, pero con una condición: Ferit tendría que asumir la responsabilidad de sus actos y enfrentar las consecuencias.

Cuando Seyran se enteró de todo esto, no pudo evitar la sorpresa. Ella siempre había pensado que Ferit era un hombre egoísta, incapaz de asumir la responsabilidad de lo que hacía. Pero esta vez, él hizo lo contrario. Ferit había madurado, y esto hizo que Seyran comenzara a ver un cambio real en él. Empezó a mirarlo de otra manera, con respeto. Esta fue la primera vez que lo vio capaz de reconocer sus errores y enfrentar las consecuencias.

Este fue un punto de inflexión importante en su relación. Aunque aún no podía perdonarlo por completo, Seyran sentía que Ferit estaba cambiando, y eso era algo que nunca habría imaginado.