content2-3 minutes 11/27/2024
Con el paso del tiempo, Pelin comenzó a aprender a dejar ir su amor por Ferit. Ya no pasaba noches enteras pensando en él, ni su corazón se rompía por recuerdos que no podían tener un final feliz. En lugar de eso, comenzó a involucrarse en actividades sociales, encontrando alegría al ayudar a la comunidad y pasando más tiempo con su familia. Las reuniones con amigos, las cenas familiares, poco a poco llenaron el vacío en su corazón.
Un día, durante un evento de caridad en el que participó por casualidad, Pelin conoció a Levent, un joven cálido e inteligente. No tenía el magnetismo cautivador de Ferit, ni hacía que su corazón latiera desbocado con solo mirarlo, pero había algo en él, una sinceridad que Pelin nunca había experimentado. Levent siempre sabía cómo hacer que los demás se sintieran cómodos, escuchaba, compartía y le daba una sensación de paz que nunca había tenido.
Poco a poco, ambos comenzaron a hacerse más cercanos a través de largas conversaciones y sonrisas compartidas. Levent no era apresurado ni exigente, pero su atención y paciencia hicieron que Pelin sintiera algo nuevo, una emoción desconocida.
Una tarde, mientras charlaban, Levent, con cierta timidez, le preguntó: “Pelin, ¿te gustaría que te invitara a tomar un café?” Esa pregunta, aunque sencilla, hizo que su corazón latiera más rápido. Pelin sonrió, una sonrisa cálida que no pudo evitar. Por primera vez en mucho tiempo, su corazón se sintió ligero, sin llevar consigo el dolor del pasado.
Las palabras de Gülgün resonaron nuevamente en su mente: “Encontrarás a alguien que lo merezca.” Y ahora, Pelin entendió que ella tenía razón. Su corazón ya no estaba atado a los recuerdos del pasado, ya no vivía bajo la sombra de un amor perdido. Estaba lista para abrir las puertas de su corazón y aceptar un futuro nuevo, un futuro lleno de esperanza y cosas hermosas que la esperaban.