content2-2 minutes 11/28/2024
Al día siguiente, Yusuf, con el corazón lleno de determinación, entró en la habitación de Sultán. El ambiente en la sala parecía pesado, y la mirada penetrante de Sultán hizo que sus pasos se ralentizaran un poco. Pero rápidamente recuperó la calma, inclinó la cabeza y dijo: “No tengo intención de lastimar a Discle. Solo quiero protegerla y demostrar que soy digno de este amor”. Su voz no era fuerte, pero cada palabra reflejaba sinceridad y firmeza.
Sultán lo observó en silencio, con una mirada llena de escepticismo y cautela. Para ella, el amor no era algo que se pudiera tomar a la ligera, especialmente cuando estaba en juego el futuro de su hija. Sin embargo, no pudo ignorar el valor del joven que estaba de pie frente a ella. “Demuéstralo”, respondió con frialdad, como si lanzara un desafío. Quería ver si las palabras de Yusuf podían respaldarse con acciones reales.
Yusuf entendió que esta era su única oportunidad para demostrar su amor por Discle. Decidió no solo convencer a Sultán con palabras, sino también con hechos concretos. Desde ese día, comenzó a involucrarse en los asuntos importantes de la familia de Discle. Ayudó a los empleados de la casa, participó en los proyectos comunitarios patrocinados por la familia de Sultán y no dudó en enfrentar las miradas críticas de quienes lo rodeaban. Poco a poco, su sinceridad y esfuerzo comenzaron a cambiar la percepción de Sultán. Ella empezó a darse cuenta de que tal vez el amor que Discle sentía por Yusuf no era un error, y que este joven realmente podía traer felicidad a su hija.