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Aunque la historia de amor que nos atrapó desde el inicio de ‘La Promesa‘ fue la de Jana (Ana Garcés) y Manuel (Arturo Sancho), hemos vivido un auténtico periplo de romances en estos casi dos años de capítulos. Con ellos hemos sufrido mucho e incluso ahora que parecía que los Luján aceptaban a Jana, hemos vuelto a comprobar que las maniobras sibilinas y rastreras de Cruz (Eva Martín) no tienen fin, poniendo en riesgo una vez más la viabilidad de esta relación. Pero lo cierto es que, aunque hemos sufrido con Mauro y Teresa o Ricardo y Pía, últimamente solo podemos pensar en el infierno personal que debe estar pasando la pobre Catalina.

Por si hay algún espectador despistado, os recordamos que, tras muchas idas y venidas, la primogénita del marqués con su difunta primera esposa y melliza de Tomás decidió abrazar el amor que sentía por Pelayo y tanto se entregaron el uno al otro que tuvieron que afrontar un embarazo inesperado. Dispuestos a hacer lo correcto, el conde reconoció al bebé y decidieron casarse pero en el último momento el desgraciado de Pelayo dejó a Catalina completamente descompuesta y sin novio, plantada en el altar. Desde entonces pena por el palacio de ‘La Promesa’ con el único consuelo de refugiarse en su prima Martina. El problema es que está a punto de ocurrir un acontecimiento en la serie que podría desestabilizar definitivamente a Catalina.

El regreso más inesperado de ‘La Promesa’ que podría hundir definitivamente a Catalina esta semana

Catalina ya puede decir que ha vivido un gran amor. Lo que no esperaba es que ese romance épico estuviese tan cargado de disgustos. Cuando conoció al Conde de Añil, Pelayo Gómez de la Serna (Michel Tejerina), solo le veía como un noble más que llegó a ‘La Promesa’ con maneras de aristócrata y los objetivos de un comerciante. Sin embargo, la realidad era bien distinta. Acuciado por las deudas de su familia, se propuso hacer un negocio fraudulento que le dejaba a la altura de un aprovechado y vulgar delincuente. Pero curiosamente, en su acercamiento a los Luján entabló amistad con Catalina (Carmen Asecas), dando pronto paso a la atracción mutua. Por desgracia, cuando se destapó su engaño, la joven sitió su corazón romperse. Esta sería solo la primera vez. El Conde de Añil abandonó el palacio pero sentía que le debía explicaciones a su amada así que, al tiempo, regresó a exponer su verdad, esta vez sin tapujos. Su honestidad reavivó el amor de Catalina y, aunque tuvieran el susto de su embarazo, por fin iban a formar una familia juntos. Pero entonces él parece agobiarse de pronto por la responsabilidad y decide dejarla atrás. Sin embargo, estamos a punto de descubrir que no se marcha sin remordimientos y, por segunda vez, tratará de rogar por su perdón.

Entre tanto, Catalina atraviesa los peores días de su vida. De verse vestida de novia e ilusionada a, en cuestión de horas, estar sola ante el reto de la maternidad y sentirse traicionada, de nuevo, por quien más quería. Nadie en el palacio se atreve a cuestionar su dolor, pero es Martina quien decide animarla cada día para que retome algo de bienestar en su vida. Dispuesta a conseguir que su prima se despeje, esta semana del 16 al 20 de diciembre, la joven invita a Catalina a salir al campo y dar una vuelta con sus caballos, para sentir el aire fresco y recordar las cosas buenas de su vida. Pero lo que no podía imaginar Martina es que su idea acabaría siendo peligrosa, pues en los jardines se encuentran a un intruso inesperado.

El sinvergüenza de Pelayo regresa a ‘La Promesa’ y eso solo puede desestabilizar del todo a su prima, de modo que Martina se interpone y le pide a Pelayo que deje a Catalina en paz. Por suerte, Catalina no se da cuenta y ella decide ocultarle que lo ha visto. Pero tarde o temprano la joven Luján estará lista para afrontar su futuro y, resuelta, le pide a Martina que organice un encuentro con Pelayo dispuesta a decirle todas las verdades que merece.