Seyran está muy preocupada desde que se ha enterado de que su padre quiere casar a su hermana con un hombre viudo que es mucho más mayor que ella.

Además, si esto sucede, Suna tendrá que irse a vivir a Antep y no podrá estar con su familia. Como última opción, Seyran ha pedido ayuda a Ferit y el joven ha decidido, por primera vez, confiar en su relación con su abuelo y contarle toda la verdad.

En parte, la familia Korhan ha sido responsable de la mala imagen de Suna ya que Ferit eligió a Seyran el día que iba a pedirle la mano a Suna, manchando su reputación.

Al llegar a la habitación, Seyran, con ansias, ha preguntado a su marido si Halis iba a ayudarles y Ferit le ha contado que su abuelo lo solucionará, pero con una condición: ¡que le den un bisnieto!

En un principio, Seyran no se ha creído que Halis le pidiera eso a Ferit, pero la expresión en la cara de su marido le ha hecho dudar en algunos momentos. La joven se ha negado y ha intentado buscar otras soluciones, pero sabe que, sin la ayuda del patriarca, es imposible hacer que su padre cambie de opinión.

Todo esto ha sido un invento de Ferit, con la única intención de divertirse a costa del sufrimiento de Seyran. Halis, en ningún momento, le ha pedido nada. ¿Conseguirá el patriarca hacer cambiar de opinión a Kazim?