En el capítulo de ‘La Promesa‘ de este lunes, 30 de diciembre, vemos cómo Jana descubre que las invitaciones para su fiesta de pedida nunca se mandaron. Una prueba más de la engañifa de la marquesa. Cruz asegura que las invitaciones encontradas por Jana son erróneas y que Petra envió otras corregidas.

Pero Jana evidentemente no se lo cree y así se lo cuenta a Manuel y a Rómulo, acorralando a Cruz. Por su parte, la marquesa y Petra coinciden en que alguna de las doncellas del servicio ha ayudado a Jana a encontrar esas tarjetas y planean averiguarlo y tomar medidas.

Catalina admite ante su hermano de quién es el hijo que espera, confesándole así que es fruto de un escarceo con Adriano, el antiguo labriego de La Promesa. Eso sí, se niega a dar más explicaciones al resto de la familia sobre la verdad de su embarazo.

Palacio sufre dos repentinas pérdidas: Julia se despide antes de marcharse y Martina anuncia que se irá con ella. Es todo una medida por precaución temporal para evitar que los planes criminales de José Juan acaben triunfando. La vida de Martina corre mucho peligro, pues su obsesión es matarla.

María Fernández ha hecho una colecta para comprar chacinas para la gente del refugio, pero Samuel sigue esquivo con ella tras el malentendido. Pía, siguiendo el consejo de Rómulo, le pide de nuevo a Ricardo que le cuente la verdad sobre su mujer y este lo hace.

Marcelo parece más tranquilo al no tener noticias del duque de Carril, pero el aviso de Ricardo de que ha llegado una visita que tiene que atender, le altera. Pero esa visita puede llegar a ser peor para Cruz que para el lacayo. Se trata de Leocadia, una inesperada y terrible invitada. No está muerta. Sus peores temores se confirman.

Avance de ‘La Promesa’ capítulo del martes 31 de diciembre

Avance del capítulo del jueves 2 de enero

Avance de ‘La Promesa’ capítulo del viernes 3 de enero

Cruz no hace más que protestar por la boda que se le viene encima. Lo que Jana no se espera es una última imposición de la marquesa que no le gustará nada. De buen gusto tampoco es la huida constante de Samuel siempre que se cruza con María Fernández. Sin embargo, los dos tienen una charla en la que toman una decisión definitiva.

Pía lee para Ricardo la carta de su exmujer en la que dio los motivos de su marcha. La doncella hará lo imposible por animarlo.

Las cocineras están muy ilusionadas con acudir a la boda, a pesar de que el tiempo de preparación que les han dado es insuficiente. Catalina tiene los ánimos por los suelos y empieza a darse cuenta de que su futuro más inmediato puede estar lejos de La Promesa.