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Esta semana en ‘Sueños de libertad‘, la traición de Joaquín ha empujado su relación con Gema hasta el borde del abismo. Digna, con un sexto sentido afilado por el tiempo, empieza a intuir que algo turbio se esconde tras las apariencias. Miriam, desgarrada por la culpa, insta a Joaquín a luchar por el amor perdido, mientras Gema, iracunda, exige el despido inmediato de la secretaria, emblema de su humillación.

Damián se enfrenta a Tasio en ‘Sueños de libertad’

Marta, audaz y resuelta, propone a su padre un negocio que podría desafiar el imperio de Floral. Aunque Jesús se opone, Damián no tarda en dejarse seducir por la ambición de su hija. Pero la relación con Eladio ensombrece la confianza familiar. Damián enfrenta a Tasio por haber introducido a Marta en los dominios de este hombre turbio. Tasio, dominado por la inquietud, jura hacerse cargo de las consecuencias de la extorsión que amenaza con desestabilizarlos. Fina, víctima de susurros venenosos sobre su orientación, decide tomar las riendas de su destino y reconsiderar su lugar en la tienda. Agradecida, reconoce la intervención de Damián en su defensa frente a Santiago.

Julia, superada ya la sombra de la tosferina, irradia una felicidad contagiosa ante la posibilidad de tener un hermanito. Este júbilo despierta en Begoña una reflexión profunda: quizás sea el momento de apoyar a Jesús en su deseo de adoptar. Sin embargo, los rumores vuelan, y María, incapaz de contener su lengua, revela los planes de la pareja a Andrés. Este, envuelto en una tormenta de celos y rencor, será calmado por las palabras de Julia, quien con la inocencia de un niño, le confiesa su anhelo mientras comparten el placer sencillo de montar un tren de juguete.

Jesús, hábil manipulador, persuade a Julia para que plasme en una redacción sus deseos, conmoviendo hasta las lágrimas a Begoña. Pero la verdad no tarda en salir a la luz: al descubrir la estrategia de su esposo, Begoña toma una decisión inesperada, rompiendo el hilo de la ilusión tejida por Jesús. En el seno de la familia Merino, Don Pedro descubre una traición urdida a sus espaldas, mientras Jesús lo acusa de ser un informante para sus primos. En paralelo, en la colonia, don Agustín, bajo la sombra de la moral, insiste a Digna en persuadir a Luz y Luis para que formalicen su unión: «No pueden vivir en pecado», sentencia con solemnidad.

María se cansa de Andrés en ‘Sueños de libertad’

María, cansada de mendigar la atención de Andrés, le exige, con toda la fuerza de una mujer herida, que cumpla con sus deberes como esposo. Al mismo tiempo, Damián siembra en Jesús la sospecha de una posible relación entre Digna y don Pedro. Este último, experto en explotar las debilidades ajenas, no tardará en convertir esta información en una pieza clave para sus propios intereses.