Delante de todos, el patriarca de los Korhan le ha preguntado a Seyran si las fotos de Ferit publicadas en el periódico son antiguas, como él ha afirmado, o si son nuevas y ha mentido. Halis, agradeciendo su honestidad, le ha ofrecido un trato: la dejará ir a la universidad y la apoyará en todo si dice la verdad.

Ante la presión, Seyran ha traicionado a Ferit, diciendo que son nuevas. Su respuesta ha provocado más tensión en la mesa ya que nadie esperaba que Seyran fuera capaz de hacer algo así.

En ese momento, Halis, muy enfadado, ha continuado con su interrogatorio, preguntándole a gritos si Ferit sale solo de fiesta sin ella. Una vez más, Seyran ha sido honesta: “Sí, sale solo”.

La confesión ha desatado la ira del patriarca. “La gente vive por sus valores. El honor, la modestia, la dignidad y la honestidad separan a los humanos de los animales, pero no veo ninguno de esos valores en esta mesa. Debería daros vergüenza,” ha dicho Halis, reprochando duramente a su familia.

En medio de todo esto, Halis ha explicado que todos cometemos errores y, por ello, hay que corregirlos, sin entender la actitud de los suyos. ¿Qué más sabéis aparte de mentir y ser hipócritas?”, ha preguntado dando un fuerte golpe en la mesa.

Entonces, Ferit se ha levantado, decidido a asumir la culpa. “Todo es mi culpa. Ninguna persona en esta mesa merece lo que dices,” ha dicho, intentando proteger a su familia de las críticas de su abuelo.

Sin embargo, las palabras de Ferit no han calmado a Halis. Furioso, se ha acercado a su nieto y, sin mediar más palabra, le ha dado un bofetón tan fuerte que lo ha tirado al suelo.