content2-3 minutes 12/1/2024
Martina estaba frente a Julia, con el rostro lleno de preocupación. Intentaba advertir a su amiga sobre las malas intenciones detrás de su matrimonio con Curro. “Julia, he oído cosas sobre él. Curro no es la persona que crees que es,” dijo Martina, con la voz temblorosa de miedo. “Solo quiere aprovecharse de ti, este matrimonio no tiene nada más que un juego para él.”
Julia, aunque escuchaba las palabras de Martina, solo sonrió levemente. No le importaban las advertencias. Este matrimonio le proporcionaría un futuro estable, una vida sin preocupaciones económicas ni inseguridades. El amor no estaba presente, pero pensaba que eso no era lo más importante. Curro no la amaba, pero la estabilidad era lo que necesitaba.
“Martina, sé que él no me ama. Pero creo que con el tiempo, los sentimientos pueden surgir,” respondió Julia, con una mirada que reflejaba una esperanza vaga. “Todo se resolverá.”
Curro, aunque accedió a casarse con Julia, no ocultó que nunca la amaría. “Nunca te amaré, Julia,” dijo de manera directa. “No necesito un matrimonio romántico, necesito una socia. Tú eres la persona adecuada para mí.”
Con esas palabras, Julia parecía no preocuparse. Creía que con el tiempo todo cambiaría, que el amor nacería. Pero Martina, viendo la ceguera de su amiga, se sentía impotente. Sabía que, si no actuaba ahora, todo sería irreversible. Este matrimonio no solo dañaría a Julia, sino que la empujaría a un futuro de infelicidad.
Martina decidió no quedarse de brazos cruzados. Comenzó a trazar un plan para romper el compromiso antes de que todo fuera demasiado tarde. No permitiría que Julia cayera en la trampa que creía que Curro le había tendido, y si era necesario, Martina estaba dispuesta a hacer todo lo posible para detener la boda.