Un nuevo desaire de Jana provoca la ira de Cruz, que intercede para encargarse del vestuario de la muchacha, con un objetivo nada bueno. La intención de Lorenzo es que Curro acepte la propuesta de José Juan, hasta el punto que idea un plan retorcido que lleva a su hijo al límite. Su intención es deshacerse de su falso hijo y que sus días en La Promesa estén contados.

Se encrudece la situación de los marqueses con los duques de los Infantes, pero Cruz no parece dispuesta a dar su brazo a torcer y emprende una guerra contra ellos. Y Marcelo y Petra van a peor. El ama de llaves carga contra el muchacho ahora con otro motivo: el crucifijo desaparecido. Le culpa a él del robo.

Ya no existen, en apariencia, dudas en Pelayo y Catalina de cara a la boda, cuya fecha está más próxima de lo que podía parecer. Y Martina y Petra continúan con su plan para desenmascarar a su objetivo común: el conde de Ayala.

Avance de ‘La Promesa’, capítulo del miércoles 20 de noviembre

Cruz amenaza a su marido con ir sola a la fiesta de los condes de Urbizu, pero le pide a su hijo que la acompañe. Mientras, Jana sigue sin adaptarse a la vida en la zona noble y recurre una y otra vez a la zona de servicio. Se siente una desgraciada y no sabe qué rumbo tomar.

Mientras tanto, Cruz sigue moviendo ficha y organiza la vida de Jana en La Promesa, le pide a Teresa que le tome medidas para que el modisto confeccione su vestuario y organiza una cena de bienvenida con la que la marquesa busca que se sienta fuera de lugar.

Martina le niega a Ayala la posibilidad de leer la carta que ha recibido de su madre y le pregunta, delante de parte de la familia, si ha tenido algún hijo ilegítimo, lo que deja noqueado al conde.

Y Catalina y Pelayo acuerdan con el padre Samuel una fecha para la boda, que les pide un donativo, mientras que Curro se da cuenta de que Julia está dispuesta a seguir adelante con su forzado enlace. Algo que le tiene angustiado.

María Fernández consigue que Samuel reconozca que robó el crucifijo y que le prometa que lo va a devolver. Marcelo se siente muy presionado por Petra y le dice a su hermana que, para huir del pasado, deberían irse de La Promesa y poner rumbo a Portugal.

Don Rómulo le cuenta a Candela y Simona que ha encontrado trabajo en una buena casa, pero, cuando las cocineras descubren qué casa es, se quedan picuetas. ¿Será donde los duques de los Infantes?