content2-3 minutes 11/29/2024
Todo comenzó en la cocina, cuando Dicle, con una mueca de dolor, intentaba preparar el desayuno, pero el malestar en su espalda la hacía moverse lentamente. A pesar de sus esfuerzos, parecía que no podría continuar, y mirando a Yusuf con ojos suplicantes, le pidió que la ayudara. Él, sorprendido por la solicitud, accedió de mala gana y comenzó a masajear sus hombros, con las manos firmes pero cautelosas, mientras la tensión entre ellos comenzaba a aumentar. El silencio entre los dos era palpable, interrumpido solo por el sonido de las manos de Yusuf trabajando sobre la piel de Dicle.
De repente, Dicle rompió el silencio con una pregunta que dejó a Yusuf sin aliento. Le comentó que había oído que podría comenzar a trabajar en la empresa de la familia, una noticia que cayó sobre él como un rayo. Sorprendido, se apartó abruptamente y la miró fijamente, intentando mantener la calma mientras le preguntaba de dónde había sacado esa información. Dicle, algo incómoda por la situación, le explicó que su madre la había visto ayudando a Suna a salir de la casa de los Korhan, lo que había levantado sospechas en su casa.
La atmósfera en la cocina se cargó aún más cuando Dicle, con un tono serio, le advirtió a Yusuf que tuviera cuidado. Le dijo que si quería seguir estando en la casa, debía ser más prudente. Yusuf, por su parte, lo miró con determinación, decidido a no dejarse intimidar. Con una firmeza en la voz, le respondió que no pensaba irse de la casa, dejando claro que no cedería a las presiones externas ni a las amenazas que pudieran surgir.
Finalmente, Dicle, sorprendida por su respuesta, sintió un alivio inexplicable, como si una carga se hubiera levantado de su pecho. Con una leve sonrisa, confesó que también ella no quería que se fuera, una declaración que dejó a ambos en silencio. El aire en la cocina se llenó de una tensión indescriptible, como si, en ese momento, las palabras no dichas entre ellos empezaran a ocupar todo el espacio, dejando claro que algo había cambiado entre ellos, aunque ninguno de los dos lo comprendiera completamente.