Desirée Castillo2-2 minutes 11/11/2024
Kazim ha demostrado ser aún más exigente de lo que Orhan y Fuat habían imaginado. Ninguna de las mansiones que le han ofrecido en la zona le ha parecido adecuada; insiste en que quiere una casa igual a la de Halis, con vistas al mar y todos los lujos posibles.
Ahora, está considerando una algo aún más caro: que los Korhan le compren un terreno para construir su propio casoplón a su estilo.
Mientras contemplaba las vistas desde la terraza, Kazim ha recibido una llamada de su hija Suna. “Soy yo, padre. Llamo para que la tía y mamá no se preocupen por mí, estoy bien”, ha dicho rápidamente antes de colgar.
La cara de Kazim ha cambiado al instante. Muy enfadado, ha estallado frente a las atónitas miradas de su consuegro Orhan y de Fuat, el hermano de su yerno Ferit. “¡Me llama descaradamente para decirme que está bien!”, ha gritado, fuera de sí.
En ese mismo instante, Kazim les ha contado que su hija se ha escapado y que lo ha dejado en mal lugar ya que tenía un compromiso en Antep. Además, le ha pedido que la ayude a buscarla y le ha advertido: “Si no la encuentran pronto, me convertiré en su asesino”.
Las palabras de Kazim han dejado claro que su ira no conoce límites, y que está dispuesto a hacer lo que sea necesario para recuperar el control sobre su hija.