content2-2 minutes 11/29/2024
Vera cayó en un estado de pánico al enterarse de que el Duque de Carril iba a visitar el lugar donde ella trabajaba. Un miedo profundo la invadió, porque había una razón principal: su padre nunca aceptaría que ella trabajara como sirvienta. La ira de él era algo que no se atrevía a imaginar, y Vera sabía que, si su padre se enteraba, las consecuencias serían graves. No podía arriesgarse a enfrentarse a su furia, pero tampoco podía abandonar su trabajo. La desesperación la embargó, pero sabía que no podía afrontar esa situación sola.
Con su mente llena de inquietud, Vera buscó el consejo de Lope, su novio y el chef del palacio, quien siempre había sido un apoyo firme para ella. Lope escuchó atentamente y comprendió su angustia. Tras pensar por un momento, le sugirió una solución: “Ve a hablar con doña Amalia, ella podría ayudarte a entender mejor el propósito de la visita del duque. Si sabes por qué viene, sabrás qué hacer.” Vera dudó un poco, pero el consejo de Lope parecía ser la única oportunidad de evitar problemas.
Vera decidió seguir su consejo, aunque su corazón seguía lleno de ansiedad. Sabía que encontrarse con doña Amalia podría darle la claridad que necesitaba para enfrentar la situación de manera más fácil. Se vistió con su uniforme de sirvienta y entró en la habitación de doña Amalia, con el corazón acelerado. La mirada de la señora era suave, pero la preocupación de Vera no desaparecía. Sabía que ahora todo dependía de lo que doña Amalia dijera. Necesitaba conocer el verdadero propósito de la visita del duque y, si era posible, encontrar una manera de protegerse de la ira de su padre.